viernes, 5 de agosto de 2016

Street 25

Violeta iba caminando por las calles de  Dundalk (Irlanda), una ciudad marítima famosa por el Salmón. Vestida con la camisa verdosa de los miércoles y  chaqueta marrón que había soportado tantos inviernos.
Entro en el pub O'Sullivan's, pidió un whisky irlandés con hielo y sentándose en la barra, se dispuso a releer lo que llevaba escrito para su próximo libro de poemas.
La gente se fue yendo poco a poco pero ella, seguía ensimismada, no había lugar para la relajación se acercaba la fecha de entrega que le había señalado la editorial. A todo esto y sin que Violeta se diera cuenta, una chica se había sentado a su lado. La miró de reojo. Era una pelirroja de ojos verdosos que se había pedido un té negro.
Sin previo aviso empezaron a charlar desde romper el hielo con cualquier tópico, a risas encadenadas. Se fueron al muelle juntas para terminar la madrugada y quedar para el día siguiente.
Gracias a, Maya, terminó con el último poema que le quedaba.

Esperanza

Brisa de madrugada,
compañera de corazón aterciopelado.
Andas sola y sin aliento,
acaparas la noche estrellada
con tu agonía de viento maldito.
Llevas la piel manchada,
sucia de tanto andar.
Ya no habrá silencio,
sino voz que  desarrolla el pensamiento.


No hay comentarios:

Publicar un comentario