El rayo del sol
no me deja respirar.
Ejerce un control de dioses,
un irrompible vínculo.
De amor diario,
de odio en las sombras.
El me cuenta secretos de la luna,
la luna ingenua no le da importancia.
Con el hago mio mis sueños,
con ella comparto mis ideas.
El fin de esta dualidad de pensamientos
es inevitable,
la lucha es constante
y mis postura es inquietante.
Me parece un poema vigoroso, contundente, atrevido. Quizá se podría mirar con detenimiento la musicalidad de los versos y tratar de que sonaran más, pero también es posible quede el tiempo se encargue de que lo veas tú con tus propios ojos. Un abrazo
ResponderEliminarLe agradezco mucho sus palabras, me han sabido a gloria
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