viernes, 11 de septiembre de 2015

Pintalabios



El rojo de sus labios
era
una rebeldía desconocida,
un lugar de olor a lluvia descolorida.
Sus pasos
se vertían en acantilados,
el taconeo de sus zapatos eran callados.
Su flor, que me acaparaba,
no era mía ni por un instante.
Porque ella me posee
y yo sueño con que lo haga .
Pero
sus labios mantendrán su color y olor,
desdichado de palabras inacabadas .

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